Caminantes que Le Están Metiendo la Ficha a Santander Desde el Sudor y las Ideas

A ver, seamos honestos. Cuando uno piensa en «desarrollo sostenible» o «turismo consciente» en Colombia, lo primero que se viene a la cabeza son discursos empaquetados y proyectos que rara vez tocan la tierra. Pero en los Andes Orientales de Santander, hay una vaina que se está cocinando diferente. No es en oficinas con aire acondicionado. Es con botas empolvadas, con el sudor de la gente que realmente vive ahí. Se llama «La Escuela de Caminantes», y están armando una verdadera revolución silenciosa, desde el barro.




Olvídate del Greenwashing y las fotos de stock. La Escuela de Caminantes no es una fundación más que aterriza con un montón de plata de afuera para «salvar» a la gente. No. Aquí la vaina es al revés: la plata, si llega, es para encender las ideas que ya brotan de los colectivos, los investigadores locales y las familias de la región. Sí, leíste bien: los mismos que siembran la tierra, que conocen cada curva de esos caminos, son los que están diseñando el futuro.
Esto no es un show para turistas. Es una movida real para que la gente de aquí sea la protagonista. La gente de allá abajo, la que se levanta a las 4 AM, la que tiene el saber ancestral, la que ha visto cómo el «progreso» a veces es una patada en la cara, esa gente es la que está poniendo las ideas sobre la mesa.
LOS FRENTES DE GUERRA (Porque esto es una lucha diaria):
Vamos a meternos un poco para entender qué hacen, la idea tienen tres frentes que son la columna vertebral de su operación:
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Caminantes Locales: No están formando «guías turísticos» de cartilla. Están formando «anfitriones conscientes». Gente de la región –jóvenes, adultos– que no solo saben la ruta, sino la historia que hay detrás de cada piedra, cada árbol, cada cicatriz del territorio. Les dan las herramientas para que ellos mismos cuenten su cuento, fortalezcan su liderazgo. Es educación con olor a tierra mojada, no a fotocopia.
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Rutas Vivas: Identificamos problemáticas que bloquean el paso. Somos los ojos del sendero que documentan y mapean cada obstáculo, llevando esa información a quienes pueden actuar. Buscamos ser el puente que informa y exige soluciones para que el camino siga abierto y seguro hacia un futuro próspero. Para que ninguna idea se apague ni problema se invisibilice, y para que cada trayecto se convierta en un verdadero destino, necesitamos tu apoyo. Cada peso se traduce en caminos protegidos, experiencias encendidas y soluciones reales. No hay desperdicio.
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Vive Territorio: Aquí se concretan las ideas de impacto gestadas por colectivos, investigadores y familias locales de los caminos y pueblos de los Andes Orientales de Santander, Colombia. ‘Vive Territorio’ no ofrece tours prefabricados, sino experiencias auténticas. Son encuentros genuinos donde el visitante no solo consume, sino que aprende, aporta y se conecta. Un turismo que no depreda, sino que deja una huella con un gran sentido. Así, el dinero fluye directo al bolsillo de la gente de ahí, impulsando a quienes transforman su propio entorno.

EL POR QUÉ NOS DEBERÍA IMPORTAR (Y CÓMO NOS METEMOS EN ESTO):
La narrativa es clara: necesitamos que las ideas que nacen de verdad en el territorio sean las que se hagan sostenibles. No las que dictan desde lejos. La contribución de la gente como tú y como yo no es una limosna, es la chispa. Es el combustible para que esos proyectos, que hoy son la realidad de unos pocos valientes, se vuelvan un modelo para muchos.
Porque cuando la gente mejora su realidad con orgullo, con lo que es suyo, con lo que ha construido, esa transformación se riega. Es un efecto dominó que no solo beneficia a Santander, sino que nos da una lección a todos. Es un recordatorio de que la verdadera sostenibilidad empieza en los pies, en las manos y en la cabeza de los que caminan su propia tierra.
[LLAMADA A LA ACCIÓN VICE STYLE]:
No te pido que te creas todo lo que lees. Ve y mira el trabajo de esta gente. Pero si lo que quieres es meterle la ficha a algo real, que no es cuento chino, esta es la vaina. Hay una Vaki (un crowdfunding, para los que no hablan colombiano) abierta. Cada peso que entra ahí, va directo a encender una de esas ideas.
¿Estás listo para dejar de solo hablar de cambio y empezar a ser parte de él? Ponte las botas y apoya a La Escuela de Caminantes.